Proyecciones de Olade y CAF destacan el potencial regional del gas como vector estratégico de integración energética, con impacto directo en la industria minera y otros sectores productivos.
La oferta de gas natural en Sudamérica crecerá más del doble hacia 2040, impulsada por el desarrollo de reservas no convencionales en Argentina y Brasil, según estimaciones presentadas durante un encuentro técnico de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), realizado en Buenos Aires. Este escenario incluye un papel protagónico para el gas en la matriz energética, donde representaría cerca del 20% incluso en contextos de carbono neutral.
El secretario ejecutivo de Olade, Andrés Rebolledo, subrayó que el 75% del gas que se consume actualmente en la región proviene de producción local, lo que consolida al recurso como un eje de seguridad energética y desarrollo industrial. El funcionario enfatizó que la región debe avanzar hacia una industria gasífera con menor huella de carbono, mediante trazabilidad, innovación tecnológica y cooperación público-privada.
Desde CAF, el gerente regional Jorge Srur destacó el compromiso con una transición energética factible, señalando proyectos clave como el Gasoducto Norte en Argentina y el impulso al Observatorio del Metano. Por su parte, el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, recordó que la integración regional del gas comenzó desde el sector privado y que los recursos de Vaca Muerta ofrecen condiciones tangibles para avanzar hacia una infraestructura energética compartida.
El encuentro también analizó el impacto de esta expansión gasífera en sectores clave como la minería, la generación eléctrica y la producción de urea. Los estudios presentados mostraron que, entre 2025 y 2040, la demanda total de gas natural crecerá de forma sostenida en toda Sudamérica. Este aumento responde tanto al consumo eléctrico como a la demanda industrial, donde se prevé una necesidad creciente de contratos estables, marcos regulatorios previsibles y cooperación regional.